Prosa aprisa.
El Gobierno de EU contemplaría el triunfo de Pepe

Arturo Reyes Isidoro

El gobierno de los Estados Unidos tiene toda la atención puesta en Veracruz ante la seria posibilidad de que se dé la alternancia en el gobierno el próximo 2 de junio.

El columnista obtuvo información de fuentes de muy alto nivel de que incluso personal de la embajada norteamericana ha viajado al estado para seguir de cerca el proceso electoral.

En especial, la Ciudad de México y el más rico e importante estado del Golfo de México despertaron el interés del gobierno de Joe Biden por su importancia política y estratégica para los intereses norteamericanos.

Pero también porque de acuerdo a la información que poseen, entre ellas sus propias encuestas, tanto en la capital del país como en Veracruz la oposición vino de atrás, creció y rebasó a los candidatos oficiales, y han querido saber por qué causa.

Prosa aprisa tiene información de que personal de la oficina de asuntos políticos de la embajada ha viajado en diferentes fechas a Xalapa y otras ciudades del estado y se ha reunido con personajes claves de Veracruz, incluidos de Morena, para enriquecer la información que tienen, independientemente de que mantiene contacto permanente con ellos.

El interés del gobierno norteamericano por nuestro estado es manifiesto por su ubicación estratégica pero también por sus recursos como el petróleo, la petroquímica, sus tres puertos de altura, su planta nucleoeléctrica, entre otros.

De ahí que lleven el pulso del proceso electoral, para saber y prepararse con anticipación con quién van a tratar a partir del primero de diciembre. El columnista sabe que en especial les interesa el problema de la inseguridad y la violencia.

Del interés de los norteamericanos por Veracruz habla el hecho de que aun joven el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, el 11 de junio de 2020 el propio gobernador publicó en las redes sociales una fotografía donde se le ve hablando por teléfono y dijo que era con el entonces embajador Christopher Landau.

“El día de hoy tuve una comunicación telefónica con el Embajador de EUA en México, Christopher Landau, ambos lamentamos no poder hacer el protocolo diplomático de la visita personal por la contingencia (estaba entonces la pandemia de Covid).

‪Sin embargo, no fue impedimento para dialogar sobre temas que involucran a Veracruz en la relación entre México y Estados Unidos, acorde a las directrices que ha planteado el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador”.‬

Cuatro meses después, el diplomático viajó a Veracruz para reunirse tanto con el gobernador como con empresarios. Al recibirlo en el hangar del Gobierno del Estado en el aeropuerto Heriberto Jara Corona, Cuitláhuac destacó la presencia del comandante de la Primera Región Naval, Almirante Santiago Jorge Morgado Gómez.

Acompañaron al gobernador entonces el secretario de Gobierno Eric Cisneros, la fiscal Verónica Hernández Giadáns y el secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, así como el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico, Carlos Nachón Aguirre.

La información que se dio era que la visita era para “estrechar lazos de cooperación”. Durante la reunión que tuvieron, Cuitláhuac informó al diplomático norteamericano la gran colaboración con el Instituto Nacional de Migración (INM) para el combate al tráfico de personas y la preservación de los derechos humanos. Revisaron también temas de economía, comercio, inversiones y seguridad; además de turismo.

Por la oportunidad del tema, reproduzco la columna que publiqué el 12 de octubre de 2020 sobre el hecho:

La “izquierda” se rinde ante Mr. Amigou

Adoradores, seguidores de Fidel Castro y del Che Guevara, los actuales gobernantes, de “izquierda”, de Veracruz parece que ya superaron traumas del pasado e hicieron a un lado su exacerbado nacionalismo de antaño y finalmente se rindieron ante el embajador del Imperio, al que rindieron cuentas y todavía lo presumieron en sus cuentas de las redes sociales.

Quién lo iba a creer, a imaginárselo. Por lo que se vio, quedaron atrás sus gritos de lucha del siglo pasado, “Yankees, go home” y “Cuba sí, yankees no”, que tanto corearon en marchas para rechazar todo lo que representara al gobierno norteamericano, siguiendo una corriente nacionalista que se extendió por América Latina para repudiar las invasiones a países de área pero también en apoyo al gobierno socialista de Cuba, demandar el cese del bloqueo a la isla y rechazar la desestabilización de los incipientes gobiernos de tendencia socialista sobre todo de América del Sur.

Como un gesto de cortesía en su calidad de anfitrión, y por tratarse de quien se trataba, era un gesto de diplomacia política, que no diplomático, que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez estuviera a recibir el viernes al embajador norteamericano Christopher Landau en su visita al puerto de Veracruz, pero, eso creo, la alta investidura del visitante obligaba a la discreción sobre lo tratado entre ambos.

Una foto que los muestra reunidos y el párrafo de un breve texto, muy general, que publicó en su cuenta de las redes sociales el gobernador, eran suficientes para cubrir la parte oficial, pero el protagonismo del secretario de Gobierno, Eric Cisneros, del de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, y de la fiscal, Verónica Hernández Giadánz, que no son más que unos empleados de Cuitláhuac, los llevó a balconearse y a dejar constancia de que en realidad fueron a rendirle cuentas, sin ser la autoridad legal ante la que tenían que comparecer.

“La importancia evidente ante la relación bilateral de nuestros dos países y tener el puerto más grande e importante del lado del Golfo de México, nos lleva a dialogar temáticas como economía, comercio, inversiones, migración y seguridad”, dijo el gobernador, sin entrar en detalles. Amistad, cortesía, diálogo, sí, pero no alguna forma de sometimiento rindiéndole cuentas.

No soy experto en Derecho internacional, pero tengo entendido que corresponde al Gobierno de la República, al presidente, en todo caso a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, del canciller Marcelo Ebrard, con el aval del Senado, la relación directa sobre asuntos que atañen a México y a Estados Unidos.

Pero resultó que don Christopher vino a encabezar una reunión de trabajo con funcionarios de Veracruz, como si estos fueran sus subordinados, quienes incluso le solicitaron apoyos, con lo que evidenciaron que el de AMLO los ha abandonado por lo que tienen que andar pidiendo chiche a un gobierno extranjero. Se exhibieron, además, pues mostraron que no pueden solos con el paquete.

Por ejemplo, el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, lo convirtió en “gran promotor” de Veracruz e hizo algo que ni siquiera ha hecho con el presidente: presentarle “la campaña Orgullo Veracruzano”. Sí, ya uno se puede imaginar: Mister Amigou estaba preocupado por venir a Veracruz para conocer de manera directa la campaña de don Eric, que lo mismo promueve la venta de mole de Acatlán que chiles rellenos de Naolinco.

“El Embajador Landau será un gran promotor del Veracruz… Con la visita de los ciudadanos americanos, vamos a reactivar la economía de esos lugares que tanto les presumimos en nuestro canal de Youtube”, publicó en sus cuentas de las redes sociales. Mmjú.

La fiscal Verónica Hernández Giadánz no se quiso quedar atrás: “… de manera particular el Embajador mencionó que brindará el apoyo a la Fiscalía General del Estado para atender los casos de personas desaparecidas”. ¡Carajo! Sí, ya me imagino que el diplomático no ha de poder dormir pensando cómo ayudar a doña Verónica y al gobierno de Cuitláhuac a resolver lo que a ellos y solamente a ellos corresponde resolver. Evidentemente, no pueden.

No me imagino cómo el señor Landau los va a ayudar a “atender” esos casos. ¿Recibiendo a los colectivos en la Embajada y descuidando los asuntos propios de su encargo? ¿El Imperio al servicio de un gobiernito? ¿Dedicándose con los familiares de las víctimas a buscar fosas clandestinas? En todo caso, ¿el apoyo no debe ser, venir del gobierno de López Obrador?

Pero esta mujer sí puso los puntos sobre las íes, no se anduvo con rodeos. Dijo que el ofrecimiento fue “durante una reunión de trabajo”, dándole el carácter oficial a un encuentro que debió de ser de diálogo amistoso, informal, porque, eso creo, ningún embajador, de ningún país, puede venir a encabezar una reunión de trabajo de asuntos internos propios de un Estado mexicano, porque un gobierno local no está sometido más que a las leyes mexicanas y a ningún extranjero debe ni tiene por qué rendirle cuentas.

No me imagino al embajador mexicano en Estados Unidos encabezando una reunión de trabajo con el gobernador de Texas y con funcionarios de su administración, informándole estos de asuntos que solo competen a los texanos, rindiéndole cuentas, ni creo que el gobierno de las barras y las estrellas lo permitiría.

Según la fiscal “inició… una relación de trabajo institucional”. ¿De la Fiscalía, con el gobierno norteamericano? Creía yo que la única relación de trabajo institucional del gobierno de Veracruz era con las instituciones mexicanas. ¿Dónde estudiaría Derecho la señora o señorita Giádanz?

Confieso: para eso de los protocolos soy malo, o no sé. En el escenario que montaron, don Christopher se ve sentado delante de la bandera de Veracruz y Cuitláhuac, de la de Estados Unidos. Si estuvo la bandera gringa, ¿por qué no pusieron la de México? ¿No debió haber estado en medio? El 11 de septiembre el diplomático estuvo en Hidalgo y en una foto con el gobernador Omar Fayad posaron parados frente a la bandera de ese Estado, la de México y la de Estados Unidos. Ahí sí, la nuestra en medio.

¿Qué dirán ahora, ¡ay!, los “izquierdistas” de Humanidades de la Universidad Veracruzana? Porque el gobierno que, se supone, los representa, finalmente se rindió ante el representante del Tío Sam al que tanto combatían. Un gobierno que, irreligioso, prefiere no ir a la Catedral de Xalapa, pero sí ante el embajador del otrora odiado enemigo: el gringo. Reniega de un Dios pero acude presto ante otro. ¿Es que ya se les acabaron las ganas de hacer la revolución estilo Che Guevara?