Ya no son familias campesinas, sino jóvenes profesionales vinculados a sectores energético e industrial
Luis Ortiz, Veracruz, Ver., 19 de octubre de 2025.- La migración italiana hacia México ha cambiado de rostro. Ya no se trata de familias campesinas que buscaban nuevas oportunidades, sino de jóvenes profesionales que arriban al país para representar a empresas multinacionales y participar en proyectos industriales, especialmente en los sectores energético y tecnológico.
El presidente del Comité Italiano en México, Giovanni Buzzurro, explicó que aunque la comunidad italiana en el país no es muy numerosa, mantiene una presencia activa, sobre todo en la Ciudad de México y en el estado de Veracruz, donde colaboran con compañías internacionales.
Según datos oficiales, en México hay alrededor de 29 mil italianos registrados, aunque la cifra real podría duplicarse, ya que muchos no aparecen en los registros consulares.
En el caso de Veracruz, Buzzurro estimó que residen entre mil y dos mil italianos, la mayoría vinculados con empresas energéticas y petroleras que operan en la región de Minatitlán.
El representante también habló sobre la situación migratoria de Italia, donde persiste la salida de jóvenes hacia otros países, pese a las condiciones económicas favorables. Paralelamente, la nación europea enfrenta un aumento en la llegada de migrantes provenientes de África, Medio Oriente y América Latina.
“En Italia viven unos 70 millones de habitantes y hay 80 millones de descendientes afuera del país. Se pensaba que la migración era algo del pasado, de las guerras mundiales, pero no. La gente sigue yéndose, aunque existan oportunidades”, comentó.
“Por eso el gobierno impulsa proyectos laborales y ofrece casas a bajo costo para repoblar los pueblos que se estaban vaciando”, añadió.
Buzzurro destacó que los lazos entre Italia y México se mantienen firmes gracias a la afinidad cultural, los valores familiares y la hospitalidad de los mexicanos.
Agregó que actualmente unos 15 mil mexicanos residen en Italia, principalmente por motivos laborales, y muchos de ellos ya se encuentran plenamente integrados en la vida social y profesional del país europeo.
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