Hora cero.
Yunes y la reforma judicial: la traición y los pactos
Luis Alberto Romero
Antes de que el Senado votara la reforma judicial propuesta por el presidente López Obrador, Miguel Ángel Yunes, hoy visto como el traidor y villano favorito de la oposición, aseguró que actuaría conforme a sus convicciones. Sin embargo, en la sesión donde la Cámara Alta aprobó la iniciativa en lo general, Yunes Márquez votó a favor de la 4T y se apartó del partido que había impulsado a su familia a ocupar diversos cargos políticos: diputaciones locales y federales, alcaldías en Boca del Río y Veracruz, el Senado y la gubernatura del Estado.
Una semana antes, el 3 de septiembre, Yunes se comprometió a votar en contra de la reforma junto con los 22 senadores del PAN.
Durante una conferencia de prensa, cada uno de los senadores albiazules afirmó su intención de participar en el debate y oponerse a la reforma. Sin embargo, entre el 3 y el 9 de septiembre, algo motivó un cambio en la postura de la familia Yunes.
Este giro ha desatado especulaciones; la más recurrente es la existencia de un posible pacto: el voto favorable a la iniciativa presidencial a cambio de que la fiscalía no procediera contra al menos cuatro miembros de la familia Yunes que enfrentan denuncias pendientes.
Es importante recordar que la fiscalía estatal había iniciado una feroz persecución contra los hermanos Yunes Márquez, Miguel Ángel y Fernando, quienes enfrentaban la amenaza de una captura que habría impedido la toma de protesta de uno, en la Cámara Alta; y del otro, en el Congreso local.
Además, circula la especie de que el acuerdo entre Yunes y Adán Augusto López, ex secretario de Gobernación y coordinador de Morena en el Senado, podría haber incluido la garantía de que esta familia mantuviera el control político de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. Esta situación ha generado indignación tanto en el PAN como en una fracción del morenismo local veracruzano, que no olvida las críticas y ataques previos de los Yunes hacia López Obrador y otros destacados miembros de la 4T.
De hecho, también pesa sobre la familia Yunes la sospecha de haber orquestado una campaña negativa contra la entonces candidata de Morena al gobierno estatal, Rocío Nahle, hoy gobernadora electa.
Tras la aprobación de la reforma, el PAN veracruzano condenó rápidamente “la traición del senador Miguel Ángel Yunes Márquez” y la dirigencia del partido en la entidad se deslindó de él.
La bancada panista en el Senado y la dirigencia nacional también se pronunciaron en contra de Yunes.
Cada vez parece más evidente que el senador veracruzano se aleja de Acción Nacional y se acerca a Morena.
El blanquiazul, ha trascendido, analiza su pronta expulsión.
Sin embargo, aquellos que creen que el apoyo a la reforma le abrirá las puertas de Morena a Yunes Márquez y a su padre, el ex gobernador Yunes Linares, podrían estar equivocados. El equipo de prensa de la gobernadora electa ha dejado claro: “Yo no tengo acuerdo con los Yunes”; no hay compromiso.
Esta historia de traición y deslealtad aún está lejos de concluir.
@luisromero85