Luis Alberto Romero
Por la noche del pasado jueves, un deslave en la colonia 9 de Abril de Xalapa dejó un saldo trágico: tres personas fallecieron al ser sepultadas por toneladas de lodo. Las víctimas: una pareja joven, de 20 y 24 años, y su hijo de seis meses.
En el momento del derrumbe, la vivienda albergaba a siete personas; sólo cuatro lograron escapar con vida.
Las autoridades locales activaron el Plan Tajín para coordinar las labores de búsqueda y rescate. Elementos de Protección Civil, Seguridad Pública y la SEDENA trabajaron durante horas para recuperar los cuerpos y asistir a los afectados por el derrumbe.
La indignación entre los vecinos es palpable. Aseguran que el deslave fue causado por una fuga de agua que reblandeció el terreno.
De acuerdo con los residentes, esta fuga había sido reportada al menos cuatro horas antes de la tragedia, pero la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Xalapa no atendió la queja.
¿Se trata de irresponsabilidad o negligencia criminal? La muerte de estas tres personas no debe quedar sin respuesta.
El viernes por la mañana, el alcalde Ricardo Ahued explicó que la tragedia fue provocada por la fractura de una tubería, la saturación pluvial y la inestabilidad del terreno que causó el deslizamiento de la ladera. El edil dejó entrever que el problema se deriva de la construcción de viviendas en áreas de alto riesgo.
Ahued también confirmó que la Comisión Municipal de Agua recibió el reporte de la fuga.
Es ahí donde surgen las dudas: ¿por qué no se actuó con prontitud para proteger a las familias residentes? ¿Por qué esperar a una tragedia para tratar el asunto con alta prioridad?
El alcalde prometió apoyo a los deudos y recordó la inversión de 40 millones de pesos del actual gobierno municipal para la construcción de muros de contención. Aunque estas acciones son loables, en el caso del deslave en la colonia 9 de Abril, es importante investigar a fondo la actuación de la Comisión Municipal de Agua de Xalapa.
Entre el reporte de la fuga y el deslave pasaron al menos cuatro horas, un tiempo suficiente para que el organismo de agua intentara reparar la fuga y para que Protección Civil municipal interviniera para prevenir la tragedia.
El senador Manuel Huerta también se pronunció sobre el tema; señaló que la tragedia podría haberse evitado si las autoridades hubieran atendido las denuncias a tiempo. El deslave, según Huerta, debe ser investigado para deslindar responsabilidades.
No se debería permitir que este asunto quede sólo en anuncios de apoyo gubernamental. La muerte de tres personas exige una investigación a fondo y una respuesta concreta.
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