Hora cero.
Los debates por la gubernatura de Veracruz
Luis Alberto Romero
En unos días, entre el 10 y el 29 de marzo, el Organismo Público Local Electoral de Veracruz aprobará las fechas en que se celebrarán los debates entre los candidatos a la gubernatura del Estado.
Entre el 25 y el día 30 de ese mismo mes, el órgano electoral dará luz verde de manera oficial al registro de los candidatos; sólo tres aparecerán en las boletas: Norma Rocío Nahle García, de Morena-PVEM-PT; José Francisco Yunes Zorrilla, de PAN-PRI-PRD; e Hipólito Deschamps Espino Barros, de Movimiento Ciudadano.
Será muy interesante analizar no sólo las propuestas de quienes aspiran a suceder a Cuitláhuac García, sino sobre todo su conocimiento del escenario y los problemas en la entidad.
En el búnker priista ven con optimismo esos ejercicios; los simpatizantes de Pepe Yunes confían en la experiencia, la formación y el conocimiento del terreno de su candidato.
El desempeño de Rocío Nahle en los dos debates que organizará en OPLE es una incógnita; la mujer cuenta con una formación sólida, pero su área de mayor habilidad se encuentra en el sector de la petroquímica, a diferencia de su adversario, quien domina el tema de la economía y finanzas.
También resulta una incógnita el desempeño que mostrará en los debates el candidato de MC, Polo Deschamps, aunque por su manejo en redes sociales se descartaría un mal papel en esos ejercicios.
En el OPLE-Veracruz, que encabeza Marisol Delgadillo Morales, se trabaja en la organización de dos debates entre los candidatos a la gubernatura (en Xalapa y la zona conurbada Veracruz-Boca del Río); y 30 más entre los aspirantes a las diputaciones federales. En este último punto se adelanta que habrá 27 sedes. Preside la comisión temporal el consejero Roberto López Pérez.
Tomando en cuenta las opiniones y los acuerdos a que lleguen los representantes de los partidos, el órgano electoral analiza cuatro posibles esquemas, desde el tradicional, que incluye las preguntas del moderador a los candidatos, hasta ejercicios de enfrentamientos “cara a cara”, en que un aspirante podrá cuestionar a otro de forma directa; también se estudia la posibilidad de una selección de preguntas grabadas en espacios públicos por ciudadanos comunes, e incluso desde las redes sociales.
En ese proceso de análisis y acuerdos se encuentran en el OPLE; y el escenario más probable es que se homologuen los criterios y se apliquen los del Instituto Nacional Electoral, que privilegiarán el intercambio de opiniones en condiciones de equidad.
De igual forma, los debates servirán para que los candidatos presenten y contrasten sus propuestas, para que se posicionen en términos de opinión pública; y para que los ciudadanos puedan analizar y tomar una decisión libre e informada con respecto al voto.
Al final, se trata de ejercicios que promueven la participación democrática, y que con el tiempo se han convertido en herramientas del derecho de acceso a la información.
Lo deseable, en el marco del proceso electoral, es que esos ejercicios sean intercambios de ideas, propuestas e incluso cuestionamientos; no de insultos y descalificaciones.
@luisromero85
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