Lo ocurrido este fin de semana en Veracruz debe llamar la atención, porque refleja el nivel de desconfianza de la población en algunas autoridades.
En el municipio de Lerdo de Tejada, región de la Cuenca del Papaloapan, se registró un lamentable hecho, provocado por la incapacidad de los elementos de la policía preventiva municipal: pobladores del lugar intentaron linchar a los uniformados; incendiaron una patrulla y prendieron fuego a Palacio Municipal.
Fue una reacción violenta: antes, los policías municipales habrían victimado a un joven a quien presuntamente confundieron con un delincuente.
Esos hechos se registraron por la noche del viernes 19 de enero.
Decenas de vecinos de la colonia Cirilo Palacios acusaron a los policías de abrir fuego en contra de un joven del lugar; los elementos de la citada corporación le dispararon y causaron su muerte.
La protesta fue subiendo de tono; la turba enardecida se fue contra los policías y la situación se salió de control, en parte por la ausencia de la autoridad local.
Fue un hecho dantesco del cual dan cuenta los videos difundidos en redes sociales.
En uno de los videos se observa la desesperación del padre del joven moribundo; lo intenta reanimar, pero la herida es mortal.
Después del crimen, los habitantes enardecidos usaron la fuerza para voltear una patrulla de la Policía Preventiva Municipal; someten a los elementos y los dejan malheridos por la golpiza.
En el asunto intervino el Gobierno del Estado: la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz dio a conocer que cuatro elementos operativos de la corporación municipal fueron puestos a disposición de la Fiscalía.
Antes de eso, los policías señalados por el homicidio fueron atendidos por los golpes recibidos.
“La SSP colaborará en todo momento con la investigación. El operativo se mantiene en dicho municipio para preservar el orden en coordinación con Guardia Nacional. Desde el Gobierno del Estado declaramos que no habrá impunidad ante lo sucedido”, se lee en el boletín de la Secretaría de Seguridad.
De igual manera, la autoridad estatal aclaró: ningún elemento de la SSP estuvo involucrado y su función se concentró en preservar el orden público.
En efecto, se trató de un conflicto de orden municipal, provocado básicamente por la incapacidad de los elementos del cuerpo local de seguridad; sin embargo, fue reflejo del nivel de desconfianza de la población hacia las autoridades; y mostró los riesgos de una autoridad rebasada.
En torno a los hechos violentos de Lerdo de Tejada faltan dos acciones por parte de la Fiscalía General del Estado: investigar el caso y procurar justicia para la víctima del homicidio; y proceder contra quienes provocaron el desorden público, que derivó en el intento de linchamiento, en la quema de la patrulla y en el incendio de la sede del poder municipal. La indignación colectiva no puede justificar actos de ese tipo. A fin de cuentas, lo ocurrido en ese municipio es una mala señal, porque en la entidad no debe prevalecer la ley de la selva.
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