Hora cero.
El arranque de las campañas en Veracruz
Luis Alberto Romero
En los primeros minutos de este domingo arrancaron oficialmente las campañas de los candidatos a la gubernatura de Veracruz y a las diputaciones locales.
Los eventos del primer día se concentraron en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, donde estuvieron los candidatos punteros: Rocío Nahle, de “Sigamos haciendo historia en Veracruz” (Morena-PVEM-PT-FxM); y Pepe Yunes, de “Fuerza y Corazón por Veracruz” (PAN-PRI-PRD). En tanto, el abanderado de Movimiento Ciudadano, Polo Deschamps, inició sus actividades de proselitismo en Pánuco, la región Huasteca de Veracruz.
El abanderado opositor, José Francisco Yunes, arrancó campaña haciendo referencia a sus raíces veracruzanas; fue una verbena con arma y jarana, como recordando que su principal adversaria carece de esos orígenes. El priista no perdió la oportunidad para lanzar una crítica a la actuación del actual ejecutivo, así como para plantear 10 propuestas en materia de seguridad, empleo, desarrollo económico y salud.
Rocío Nahle, por su parte, encabezó un mitin y una rueda de prensa en el puerto, donde delineó los ejes de su campaña. No caeremos en provocaciones, señaló la candidata de la 4T, quien estuvo arropada por las dirigencias estatales de los partidos que integran su coalición; por los abanderados al Senado y por los candidatos a las diputaciones locales y federales en la zona conurbada.
Polo Deschamps, de MC, criticó las condiciones de pobreza que enfrentan 5 millones de veracruzanos; y descalificó a sus adversarios en esta contienda por el tema del gasto excesivo en campañas en medio de las limitaciones que sufren millones de personas en la entidad.
Así podría resurmirse el primer día de las campañas veracruzanas: nada para nadie en una contienda que durará unas 8 semanas.
Hasta hoy, las encuestas difundidas sobre la marcha de la elección local veracruzana sólo han abonado a generar más incertidumbre.
Instrumentos para la manipulación en vez de herramientas para la toma de decisiones en las campañas, las encuestas retratan escenarios políticos que parecen responder más a intereses que a un ejercicio demoscópico honesto.
Algunos estudios de opinión, como los de las casas encuestadoras Arias Consultores (1 de marzo) y C&E México (12 de marzo), marcan ventaja de dos dígitos para la 4T: 17.4 y 16 por ciento respectivamente.
Algunas empresas, incluso, plantean una ventaja de 39 puntos de Nahle sobre Yunes: 61 contra 22 puntos.
Otras plasman un escenario mucho más parejo: GobernArte, del 12 de marzo, establece sólo 2 puntos de diferencia: 41 de Nahle contra 39 de Yunes; Electoralia plantea en 4 por ciento la diferencia: 44 contra 40; en tanto que LaEncuestaMX, del 26 de marzo, indica que entre la abanderada de la 4T y el candidato opositor sólo existe 7.7 por ciento.
Lo cierto es que en medio de toda esa confusión y desinformación, pareciera que la sucesión veracruzana está lejos de definirse.
Como sea, todo indica que el próximo gobernador o gobernadora será quien cometa menos errores en las semanas por venir, mismas que se caracterizarán por una guerra de lodo sin cuartel, a juzgar por la cobertura informativa reciente y por el intercambio de misiles en redes sociales.
@luisromero85
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