Ciudad de México, junio 2024.- El Mes del Orgullo Gay que se conmemora en junio, es una oportunidad crucial para visibilizar y abogar por los derechos de la comunidad LGBTTTIQA+, incluyendo el acceso equitativo al aborto.
La comunidad LGBTTTIQA+, incluidas las personas intersexuales, transgénero y con identidades de género diversas con capacidad reproductiva para quedar embarazadas, enfrentan doble discriminación y estigmatización al intentar acceder a servicios de salud, entre ellas la atención reproductiva y el acceso al aborto seguro, señaló el doctor Eduardo López Ceh, ginecólogo de Telefem.
Durante junio se llevan a cabo numerosas campañas y eventos que aumentan la visibilidad de los problemas que enfrenta la comunidad LGBTTTIQA+ y promueven la sensibilización sobre las barreras en el acceso a la salud y la importancia de servicios inclusivos; pero pocas veces se menciona su derecho a la interrupción legal del embarazo.
Paula Rita Rivera Núñez, gerente de Operaciones de Telefem, dijo que la falta de servicios de salud, de clínicas y políticas públicas para las minorías sexuales propician que muchas personas no reciban la atención adecuada durante el proceso de toma de decisiones sobre el aborto, por lo que las organizaciones sociales son esenciales para brindar acompañamiento.
Los estudios han demostrado que estas personas frecuentemente experimentan actitudes prejuiciosas y discriminatorias por parte de proveedores de salud, lo que genera desconfianza y retrasos en la búsqueda de atención médica necesaria[1]. Además, muchos profesionales de la salud carecen de formación específica sobre las necesidades de salud de las personas LGBTTTIQA+, lo que incluye una falta de conocimiento sobre la atención adecuada en temas de salud sexual y reproductiva[2].
En 2022, la Campaña de Derechos Humanos publicó una hoja informativa sobre el impacto de la derogación de Roe vs. Wade en las personas LGBTTTIQA+ en Estados Unidos. El informe [3]mostró que, de las personas que habían estado embarazadas alguna vez, el 15% de las mujeres heterosexuales habían abortado al menos una vez. En el caso de mujeres lesbianas, este porcentaje aumentaba al 22%, y en el de mujeres bisexuales, al 27 por ciento.
Los datos revelaron que las mujeres lesbianas y bisexuales también eran más propensas a declarar que habían quedado embarazadas antes de lo que hubieran deseado, y que habían tenido embarazos no planeados.
Además, las mujeres pertenecientes a minorías sexuales también tenían más probabilidades de experimentar embarazos que son consecuencia de abusos. En el caso de las mujeres heterosexuales que habían estado embarazadas, el 1% declaró haberse quedado embarazada como resultado de un encuentro no consentido. En el caso de las mujeres bisexuales, el porcentaje se elevó al 3%, y en el de las lesbianas, al 14%. Un tercio de todas las mujeres lesbianas que solicitaron un aborto declararon haber sufrido abusos físicos o sexuales por parte de la persona que había provocado su embarazo.
Las cifras de Estados Unidos permiten visibilizar los problemas que enfrentan las minorías sexuales para el acceso a la interrupción del embarazo. En México no se cuentan con estadísticas de la problemática.
Sin embargo, existen asociaciones civiles como Telefem que contribuyen para garantizar el acceso a un servicio de calidad, seguro y accesible en términos económicos y celebra los avances logrados en la lucha por los derechos reproductivos de las personas LGBTTTIQA+ ayudándoles a superar las barreras y a sentirse respaldadas en sus luchas personales y colectivas.
Finalmente, los expertos dijeron que las personas interesadas pueden contactar a Telefem para recibir orientación médica a través de la página telefem.org o en su WhatsApp el cual se encuentra en la misma página, para dar seguimiento a sus dudas y recibir información precisa y científica, de forma anónima y confidencial.
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