VERACRUZ, VER.- Un día como hoy hace 12 años los Halcones Rojos hicieron historia. No solo obtuvieron su primer estrella con apenas siete temporadas en la LNBP, le devolvieron la alegría a la afición veracruzana que no celebraba un campeonato desde 1970.
42 años pasaron para que la ciudad de Veracruz tuviera un equipo campeón. Así como los Rojos del Águila consiguieron su quinto banderín de LMB en la temporada 1970, los Halcones Rojos comenzaron a forjar su propia historia en la élite del baloncesto mexicano.
Los Halcones Rojos fijaron una efectividad de victorias que rozó la excelencia: 86 por ciento. Entre rol regular y postemporada disputaron 53 partidos de los cuales ganaron 46 y perdieron 7 únicamente.
La temporada 2011-2012 definió el estándar de éxito para la franquicia que ingresó a la Liga Nacional de Baloncesto Profesional en 2005 e inmediatamente compitió entre los favoritos.
Ahora en 2024, la organización prepara una homenaje a los campeones que dejaron en alto el nombre de Veracruz, como una muestra del compromiso por continuar el legado competitivo y ganador de los Halcones Rojos.
APLANADORA ROJA
El equipo dirigido por Eddie Casiano dominó la liga de inicio a fin, clasificó primer lugar por segunda ocasión en la historia del club con récord de 34-6, superando a Fuerza Regia (32-8) en la tabla general.
En playoffs, el superlíder pisó el acelerador y pasó por encima 4-0 sobre Barreteros Zacatecas en cuartos y Pioneros Quintana Roo en semifinales. Veracruz reclamó con autoridad su lugar en la gran final, segunda oportunidad para levantar el título perdido dos años atrás ante Xalapa.
El róster campeón fue conformado por los guardias Paul Stoll, Carlos Rivera (Puerto Rico), Gregory Vargas (Venezuela), Héctor Nungaray, Joel Reynoso, David Cortés (Puerto Rico); los atacantes Luis Bethlemy (Venezuela), Noé Alonzo, Miguel Ayala, Arim Solares y Fernando Benítez; y los centros Jeffrion Aubry (Estados Unidos), Isaac Gutiérrez y Hugo Carrillo.
Paul Stoll y Eddie Casiano fueron reconocidos como mejor jugador mexicano y mejor entrenador respectivamente. El talentoso base seleccionado nacional y el destacado coach puertorriqueño se convertirían en referentes históricos de la franquicia.
LA FINAL
Toros de Nuevo Laredo fue el único equipo que pudo frenar el momento jarocho, ocurrió en el segundo de la serie jugado en el Auditorio Benito Juárez. Los astados regresaron un déficit de diez puntos al descanso para ganar en tiempo extra.
La final se trasladó a la casa del campeón vigente en la frontera tamaulipeca, a más de mil kilómetros lejos del puerto. Los Rojos iban por tres victorias y las consiguieron de la mano de Carlos Rivera, Luis Bethelmy y Noé Alonzo.
El día decisivo, lunes 13 de febrero. Tras dos exhibiciones de buena defensa y bajo puntaje en el juego 3 y 4 de la serie, los Halcones Rojos se presentaron al último compromiso en el Gimnasio Multidisciplinario para arrebatarles el campeonato.
El juego 5 arrancó con un espectacular primer cuarto de 50 puntos entre ambos finalistas. Sin embargo, solo los visitantes mantuvieron el ritmo y aseguraron la victoria con 23 puntos de diferencia, 69-92 el marcador final.
El ala-pívot venezolano, Luis Bethelmy, fue el hombre del partido con un doble-doble de 23 puntos anotados y 11 rebotes ganados. Por su parte el también caribeño Gregory Vargas asistió en 7 ocasiones.
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