José Luis Enríquez Ambell

A principios de octubre pasado, en este Café de Mañana, a través del segmento de “UN CAFÉ P’AL MEDIO DÍA”, escribí que: “Además de los presidentes municipales de Xalapa, Ricardo Ahued; Martínez de la Torre, Rodrigo Calderón; y Tuxpan, José Manuel Pozos; para ocupar las Secretarías de Gobierno, y Desarrollo Agropecuario y Pesquero, así como la Subsecretaría de Gobierno, respectivamente, me parece que la Gobernadora Rocío Nahle habrá de continuar distinguiendo con invitaciones a más ‘alcaldes’ para que se incorporen al gabinete que encabezará, e incluso hasta en otros niveles de gobierno, y no sólo en el Poder Ejecutivo”.

Pues bien, sin ser adivino ni haberlo consultado con fuente alguna cercana a la señora gobernadora Nahle, mi único argumento ha sido que veo en la próxima Gobernadora a una persona que sabe ver, oír y reconocer a quien o quienes le brindan su tiempo, esfuerzo y capacidades.

Y en ese sentido, lo habrá de seguir haciendo de acuerdo con las circunstancias que vayan surgiendo a medida que llegue el día de su toma de protesta ante el H. Congreso del Estado y también de acuerdo con las necesidades de las etapas de su gobierno.

En distintos momentos de la historia de Veracruz, se ha venido premiando como un reconocimiento a diversos presidentes municipales -hombres y mujeres- al ser incorporados en tareas de la estructura del Poder Ejecutivo del Estado. Y lo mismo puede suceder con legisladores (as) de la LXVII Legislatura Local.

La participación de alcaldes -recientes y no recientes- conlleva a tener en el radar que han sido electos por el voto directo, y no perdamos de vista que la gobernadora fue electa por casi dos millones de sufragios de igual número de ciudadanos.

Así pues, el reconocimiento de la población y las favorables funciones desempeñadas en sus respectivas municipalidades ahora deben potenciarse desde la estructura de la Gobernadora de Veracruz, y eso incluye la sucesión de los ayuntamientos en el proceso del 2025.

En ese sentido, los síndicos y síndicas, o los suplentes de los alcaldes, habrán de resultar un factor de unidad y fortaleza, y maximizar esfuerzos colectivos en las sucesiones edilicias para el período 2025-2028, desde el arranque y hasta casi la plena recta final del mandato de doña Rocío Nahle.

La humildad y el amor por Veracruz ahora los alcaldes y alcaldesas lo mostrarían desde el aparato estructural del Gobierno del Estado, sin dejar de tener injerencia en sus municipalidades en la medida en que así se permita, pero sin determinaciones como titulares de las sesiones en los que fueron sus ayuntamientos, dado que las atribuciones como servidores públicos habrán de ser diferentes a las municipales a partir del primero de diciembre.

DE SOBREMESA

Un elemento sustantivo de los servidores públicos que dejarán espacios municipales y pasarán a los del Poder Ejecutivo estatal les llevará a experimentar dos procesos casi de inmediato: las funciones y recursos a su alcance municipal serán diferentes, y la arena política donde moverse tendrá otros elementos muy distintos a los edilicios.

UN CAFÉ LECHERO LIGHT

Entre el universo de funcionarios políticos, los alcaldes son sin duda los actores con mayores capacidades para movilizar a los grupos sociales en sus territorios y, así, a los electores que influyen en los resultados en las elecciones, y este escenario está a la vuelta de la esquina.

UN CAFÉ CON PILONCILLO

El próximo 7 de noviembre se instalará el Consejo General del Organismo Público Local Electoral (OPLE), iniciando así el proceso electoral de 2025 en el que se renovarán los 212 ayuntamientos en el estado de Veracruz.

Ese escenario abrirá posibles licencias y renuncias de servidores públicos activos en algún espacio o piso de gobierno, y les podría llevar a las candidaturas, y a otros, a las golondrinas del éxito municipal.

Y esas figuras de movimientos estarían por darse en los nacientes Poderes Legislativo y Ejecutivo.

¡ES CUANTO!